Tiempo y lugar
en la liturgia
del clarear de los días;
en la cadencia
de aquellos pasos perdidos
cansados de ir a ninguna parte,
detenidos por rémoras
ajenas a cualquier belleza.
Tiempo y lugar
en el deseo
de ser luz en la tiniebla
de la duda impuesta;
en el presagio
de la muerte del amor,
en la decadente voz
que arrulla dibujando guerras.
En el instante del desvarío
de la crueldad hecha posible,
la voz, imaginada al trasluz,
clama tiempo y lugar;
apurando la certeza,
anhelando el sueño
acaso de un imposible
en esta eterna brevedad.
Tiempo y lugar
para el reencuentro
en la herida que hizo pequeño
el mundo del corazón;
Para ser,
sintiendo que se es.
©Jpellicer
Tiempo y lugar©
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Magistral poema, besos