Desnudo en escenarios
de zozobras agitadas
de universos paralelos
inventados en la maldad
de impotentes execrables
aplaudiendo llantos ajenos.

Vestido como la hoja
cuando cae
danzando sobre su árbol,
en divina genuflexión
ante su hacedor,
en eterno agradecimiento
de vida y color hasta llegar.

Desnudo frente a la traición
del que abrazó
meciendo la guadaña
saqueando la inocencia
hija de los días de paz;
¡desnudos!,
así nos quisieron
teniendo que elegir
pan o ropaje;
teniendo que culpar
a los que comen o se cubren.

Vestido de la dignidad
del sol que se sabe eterno
siendo oculto al hombre
un instante en algún lugar;
de la honra de ser invencible
como el agua cristalina
que besa al junco
pasando…
para volverlo a besar.

Desnudo, soy espejo
donde se mira
el despreciable;
vestido…
inmensa minoría
de grandezas sumadas.

©Jpellicer

(Desnudos y vestidos”©2305054230211)