Una parte esencial de mi vida profesional se desarrolló durante varios años en Madrid. Fue en la Villa y Corte donde continué entrelazando mi actividad laboral, con un compromiso personal, profundamente influenciado por el medio ambiente, la naturaleza y el asociacionismo.
Ya en los años 80, la Fotografía y la Poesía ocupaban un lugar preeminente en mi corazón.
Mucho ha llovido desde aquellas maravillosas e inolvidables experiencias, y es por lo que aún regreso (cada vez menos, he de reconocer) a «mi Madrid» «… entre aquellos bullicios y asfaltos, también me oxigeno», -recuerdo que me dijeron comenté alguna vez-.
Conservo amigos allí, con quienes disfruto recorriendo esos mágicos y entrañables lugares donde, dejándome llevar de la ilusión, la nostalgia y por supuesto la emoción, tantas veces viví y, afortunadamente, también me perdí.
Fue en uno de estos viajes, en 2009, cuando surgió esta colección de Fotografías «Calles de Madrid» de la que tan orgulloso me siento. Con ellas, rindo desde la modestia un pequeño pero emotivo homenaje de gratitud a esa maravillosa ciudad, a sus gentes, a su magia y a su encanto.
«De Madrid al cielo«, reza el dicho. Con estas fotografías, yo también me sentí cerca de ese cielo.
Juan A. Pellicer
Madrid siempre fue divertido allá por los años cincuenta y dos en adelante cuando al escuchar una trompeta y una caja y asomándonos a la ventana de cualquier habitación veíamos a una pobre cabra dar vueltas y vueltas sobre un corcho en lo más alto de una escalerita de no más de metro y medio entre tanto nuestros padres tiraban monedas para que ellos las recogieran como agradecimiento por la música y el trabajo de la cabra y el entretenimiento al que nos habían sometido pasado el entretenimiento bajábamos otra vez a jugar o a la pidola o cualquier juego de niños entre tanto las niñas jugaban a la comba recuerdo incluso la canción Popeye la betigo se fueron a confesar es una pena porque hoy por hoy los niños no juegan se entretienen a mirar una cajita tonta y cuando levanta la cabeza se encuentran con una cajita más grande y más tonta esos son mis recuerdos hasta el año 59 después veremos la nueva sesión fotográfica de Pellicer y veremos a ver que me recuerda un abrazo para todos y enhorabuena por este reportaje de nuestra historia recordando que desde Madrid al alba de Canarias al cielo.
Muchas gracias por hacerte eco de esta propuesta fotográfica. Un abrazo