Queda extasiada y perdida
la mirada entre los años que te guardan,
entre los vientos que te acunan,
entre la historia que te hizo,
y en esta… que te hace.
En la soledad de tus campos
los momentos hablan
en el verde terciopelo
de tus frutos;
caudal de oro infinito
mecido por el silencio
que viste tus arrullas
con la belleza de lo exquisito.
De tu ayer glorioso
bebió el alma de los sabios,
y de sus palabras,
la vida, quiso ser tu obra,
y en ella,
la paz y la divinidad
no encontraron mejor
voz para los días.
Quiso lo eterno
hallar en ti su respuesta.
©Jpellicer
(2206241439847©)
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